Las fuertes crecidas de principios de año, que se llevaron por delante las algas del Ebro a su paso por la capital aragonesa, han dejado de ser el único enemigo de la molesta mosca negra. A ellas se sumará de manera inminente la población de murciélagos de Zaragoza, que a partir de esta semana será reagrupada en medio centenar de cajas nido.
Este 'Proyecto Murciélago' busca fundamentalmente reducir las picaduras generadas por el insecto en los puntos cercanos a los ríos, convirtiendo la mosca negra en el plato principal de su menú. "Esto no supondrá que se multiplique la población de murciélagos", asegura José Manuel Sánchez, miembro de la Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (Secemu) y uno de los participantes en el programa. "Simplemente -añade Sánchez- van a concentrarse en espacios concretos, cerca de donde hay un mayor número de moscas.
El grado de depredación del murciélago mediterráneo y del enano (las dos variedades que se concentran en Zaragoza) es muy elevado. Pueden llegar a ingerir cientos de insectos por la noche, y su acción durante todo un verano puede ser determinante para abordar el problema que la mosca ha supuesto en años anteriores".
Las cajas refugio serán ubicadas en varios parques (Grande, Tío Jorge y Bruil) y la ribera del Ebro entre la Expo y el azud de Vadorrey. Se colocarán tanto en los muros que rodean al río como en árboles cercanos a las orillas, y se espera que los murciélagos hagan vida en ellas, en lugar de en los edicificios de las viviendas cercanas. La actividad en el interior de estas cajas será revisada periódicamente gracias a unas pequeñas cámaras.
Los murciélagos son un elemento clave para el control de muchos insectos perjudiciales para la agricultura, consumiendo diariamente una cantidad muy importante de ellos en proporción a su tamaño y peso corporal. De hecho, señala José Manuel Sánchez, ya se emplea en varios países europeos e incluso en el delta del Ebro, donde evita el uso desproporcionado de insecticidas. Varios estudios demuestran que pueden llegar a cazar hasta 1.200 insectos en una hora.
A lo largo de los últimos dos veranos, las incidencias provocadas por la mosca negra no han dejado de crecer. Durante los ocho primeros meses del año pasado, en Aragón se notificaron 27.034 consultas en atención primaria como consecuencia de las picaduras de este insecto, según revela un informe de Salud Pública. El 77,3% de los casos (20.900) se dieron en la provincia de Zaragoza. Un año antes, en este mismo periodo se habían notificado 22.506 episodios. Es decir, durante este tramo de 34 semanas, el número de casos acumulados en Aragón experimentó un incremento respecto al año anterior superior al 20%. La variación interanual entre el año 2011 y el 2010 fue superior al 75% (77.3%). Estos importantes aumentos se produjeron a expensas de Zaragoza capital, ya que en el resto de la provincia de Zaragoza, como en las provincias de Teruel y Huesca, el volumen de consultas fue prácticamente similar.
El panorama que se abre ahora es muy diferente. El grupo de expertos que está analizando el problema de la mosca negra ya pronosticó una menor incidencia este año gracias a la desaparición de las algas del Ebro, donde los insectos depositaban sus huevos. Los murciélagos, con suerte, harán el resto.
Fuente: Heraldo de Aragón (20-6-2013).